En San Pablo se subió a un avión que voló a Lisboa, Portugal, donde lo fueron a buscar en un automóvil para llevarlo a su destino: España, donde, para evitar que la policía lo detuviera, todas las noches cambiaba de hotel. Hasta el momento, Carlos Póveda Medina, un ciudadano colombiano de 44 años, acusado de integrar una organización narcocriminal logró su objetivo y continúa prófugo.
El juez federal Sergio Torres ordenó la captura de Póveda Martínez, conocido por sus alias de “Toca” y “Javier”. Para el magistrado y su secretario Diego Iglesias, el acusado formó parte de una peligrosa banda que intentó embarcar a España 57,775 kilos de cocaína que habían sido diluidos en 225 litros de biodiésel, tal como informó LA NACION semanas atrás
“Póveda Medina y otra persona identificada por su alias de «Charly» serían quienes se encargaron de coordinar los movimientos del grupo criminal, concretamente habrían sido los responsables de organizar el envío de cocaína diluida en biodiésel con destino a España”, sostuvo el juez federal Torres el mes pasado, cuando ordenó una serie de allanamientos en propiedades de los presuntos narcotraficantes.
Torres agregó: “También se encargarían [«Toca» y «Charly»] de administrar el dinero necesario para concretar los diferentes pasos pertinentes en miras a la realización de las operaciones de tráfico”.
La droga había sido descubierta el 19 de julio pasado. Pero, en vez de detener a los sospechosos en ese momento, se decidió seguir la carga para dar con los responsables de la operación y se hizo lo que se denomina una entrega vigilada.
“En orden a conocer los estratos más altos de la cadena de tráfico develada, se dispuso a la extracción del material estupefaciente habido en aquel cargamento [de biodiésel], sustituyendo la cantidad obtenida por una sustancia química permitida en fase líquida que simulara la presencia de la droga, todo ello a los fines de coordinar con las autoridades españolas la entrega vigilada de la remesa en cuestión”, sostuvo el magistrado. La cocaína fue cambiada por té con leche.
Con los teléfonos de los sospechosos intervenidos, los investigadores advirtieron que “Toca” y otros dos presuntos cómplices iban a viajar a España con el “objetivo presunto de concretar el tramo final del envío de cocaína diluida en biodiésel y cerrar el acuerdo con los compradores”, según el expediente judicial.
Los otros dos sospechosos que salieron desde la Argentina fueron detenidos en España por autoridades policiales. Pero “Toca” logró eludir a los detectives que le seguían los pasos.
“Podemos decir que tenía una aceitada metodología de contrainteligencia. Para evitar que lo detuvieran se cambiaba de hotel cada 24 horas, pero no lo hacía a la hora del check in, lo hacía durante las noches”, afirmó a LA NACION una alta fuente judicial.
La orden de captura internacional que pesa sobre “Toca” tiene casi un mes. Fue firmada por el juez federal Torres el 20 del mes pasado. En ese momento se pensaba que todavía estaba en España. “Póveda Martínez, que aún se encontraría en Madrid, alternando lugares de hospedaje a los efectos de evitar su inminente detención”, sostuvo el magistrado en el expediente.
En la orden de captura internacional firmada por el juez federal Torres, a la que tuvo acceso LA NACION, donde se solicitaba con carácter de muy urgente irradiar el alerta mediante Interpol, se explica que a “Toca” también se lo investigaba por la presunta responsabilidad en el delito de falsificación de documento público.
“No sólo habría salido de la Argentina con un documento falsificado a nombre de Miguel Ángel Suárez. En los allanamientos en las propiedades donde solía estar durante su estada en la Argentina Póveda Medina se secuestró un DNI a nombre de Juan Carlos Pérez Palomo que suponemos había sido duplicado para que lo usara «Toca»”, explicó a LA NACION una calificada fuente judicial.
En España, cabe recordar, hay cuatro sospechosos detenidos . En la Argentina hay otros tres apresados y, por lo menos, dos imputados en libertad. En las próximas horas el juez federal Torres podría definir la situación procesal de los presuntos integrantes de la conexión local.