En Casación Penal ante la Corte Suprema de Justicia tumbó la condena de 31 años de prisión que se había impuesto contra Wilson Alejandro Tavera en el 2006 por narcotráfico. Esta siempre fue reconocida como la pena más alta en el país por delitos de narcotráfico.
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Al revisar su caso, la Corte encontró que había sido juzgado y condenado dos veces por el mismo caso de narcotráfico, pues también tenía una condena en Estados Unidos en la que pagó cárcel y, por lo tanto, como una persona, no puede ser juzgada dos veces por los mismos hechos, tumbó la condena que se le impuso en Colombia.
Para la Corte, como él había sido extraditado a Estados Unidos por los mismos hechos de narcotráfico, el juicio en Colombia no podía seguirse.
Aun así, “tanto en Colombia como en Estados Unidos se le acusó y condenó por el delito de conspiración (de conformidad con la terminología del estado requiriente), o por concierto para delinquir (según la terminología de Colombia), por haber pertenecido en una misma época coincidente a un grupo organizado dedicado a traficar estupefacientes con destino a los Estados Unidos”, dice el fallo.
Con esto, dice la Corte, queda demostrado que Tavera fue juzgado y condenado en Colombia y Estados Unidos por los mismos sucesos punibles.
Por ello, dejó sin efecto el fallo de octubre del 2005 que lo condenó en primera instancia, y la del 12 de enero del 2006, de segunda instancia, y ordenó su inmediata libertad.
Hace 14 años Tavera fue condenado después de que la Policía Judicial recibió una llamada en la que se denunciaba que en Bogotá había una empresa dedicada a enviar drogas al exterior, empleando a personas que servían como correos humanos, ocultando la droga en sus prendas de vestir y maletas.
La Corte tumbó su condena porque encontró que Tavera fue acusado en el 2003 en Estados Unidos por los mismos hechos. Pese a eso, en 2004 en Colombia también se le acusó por narcotráfico. El 15 de abril del 2005, Tavera fue extraditado a los Estados Unidos, en donde en junio de ese año aceptó cargos y fue condenado a 87 meses de prisión.
Pese a esto, el juzgado séptimo penal siguió con el proceso y el 6 de octubre del 2005, aunque reconoció que los tribunales del distrito sur de Nueva York y Florida ya habían solicitado su extradición, decidió condenar de todas maneras a Tavera a 31 años y una multa de 13.125 salarios mínimos.
El 28 de julio del 2008 Tavera quedó libre en Estados Unidos, y fue deportado a Colombia, en donde fue detenido por la condena que tenía en el país, también por narcotráfico.